Un texto de-generado. Quiere tratar de todo. Absolutamente de todo. Cosa insual. Un experimento. Un modo Chillys Willys de emplear este medio de comunicación. El medio eléctrico. Desde lo subalterno, desde los márgenes. Desde el afuera contracultural posible. Sobre el valle Central de Oaxaca y su sociocultura, teniendo como centro de interés la comunidad de Santo Tomás Jalieza. Ciencia(s) de la comunicación. Gastronomía histórica. Información. Entretenimiento. Ficción.

Wednesday, January 11, 2006

La medianoche del 21 de diciembre del 2005

Por fin se nos dio la oportunidad de estar en Santo Tomás Jalieza durante la noche del 21 de diciembre.

Ya pudimos comprobar in situ nuestra hipótesis sobre el significado de la Piedra de Estrellas (FIG. 1). Significado que también demuestra nuestra interpretación del sentido de las otras dos piedras labradas del Llano de La Azucena: la de Letras Antiguas (FIG. 2) y la de Círculos Concéntricos (FIG. 3). Las tres piedras en cuestión son de basalto.

Es verdad lo que nos imaginamos desde que vimos la Piedra de Estrellas, cuando nuestro acompañante Adelfo Hernández nos la mostró por vez primera: los agujeros que tiene en la superficie deben ser artificiales. Corresponden a signos con sentido, pues representan otra cosa, algo que no está allí. Son una creación humana, un enunciado simbólico. Por su grosor y profundidad estos agujeros en la piedra representan de modo analógico la brillantez de los cuerpos celestes que es posible ver allí mismo desde hace miles de años, justo durante la medianoche del solsticio de invierno (FIG. 4).

Tal como supusimos hace más de dos años: la importante constelación que en el mundo occidental conocemos como Orión ocupa un lugar central en la imagen (FIG. 5). En Santo Tomás, este grupo de cuerpos celestes que destaca en el cielo por las tres estrellas en línea recta y equidistantes que llamamos Reyes Magos o Tres Marías, es mejor conocido como El Soplador (pues allí ven en este grupo de luminarias la representación de un abanico de palma tejida que sirve para atizar el fuego de la cocina (FIG. 6)).

Más en concreto, la noche del 21 de diciembre de 2005 el cielo de Jalieza estuvo nublado por completo. Resultó imposible ver estrellas. A la medianoche, cerca del momento en que se sintió un ligero temblor de tierra en esa parte del valle central de Oaxaca, por cosa de unos minutos, entre las nubes grises, se dejó ver la luz de Sirio y nada más. Fue triste, porque esa noche mucha gente de Santo Tomás nos acompañó hasta el Llano de La Azucena para oír nuestra explicación y ver el cielo y lo inscrito en la piedra. Sin embargo, las noches del día 20 y el 22 de diciembre el cielo estuvo lo suficientemente limpio de nubes a la medianoche como para poder ver con nuestros ojos que la piedra representa como la superficie de un espejo las luminarias que se encuentran sobre ella a esa hora. Bastó con ver el cielo la noche del 22 para de inmediato encontrar los orificios correspondientes a lo que llamamos “cuchillo” de Orión, el mango del “soplador”. Así también fue como pudimos comprobar la posición de la estrella Polar y de Capela sobre la trama de la piedra.

Ahora podemos afirmar que esa piedra contiene un texto analógico de lo que se puede ver en las estrellas que brillan sobre ella durante la medianoche del día de Santo Tomás. Representa el estado del cielo durante la noche en que el sol alcanza su alejamiento máximo hacia el sur, el solsticio de invierno, el momento en que el sol comenzará a moverse ahora en sentido contrario, hasta llegar, después de seis meses, al punto máximo hacia el norte, el día del solsticio de verano, el 21 de junio. Vemos las estrellas que marcan el comienzo del tiempo de secas para la región del valle central, cuando el gran conjunto de Orión o El Soplador brilla sobre el cielo de la medianoche (FIG. 7).

Tarea cumplida. La Piedra de Estrellas es como un cuadro o fotografía del cielo. Su texto no pertenece al orden de la escritura, sino al de los diagramas y la iconografía, expresa un discurso visual sobre lo visual. Es un esquema descriptivo que expresa justo lo que se ve en el cielo la medianoche del 21 de diciembre (FIG. 8).

Pero estar en Santo Tomás para hacer estas comprobaciones sobre lo inscrito en la Piedra de Estrellas nos permitió participar muy de cerca en buena parte de las fiestas patronales del pueblo (FIG. 9), un acontecimiento deslumbrante…

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