Un texto de-generado. Quiere tratar de todo. Absolutamente de todo. Cosa insual. Un experimento. Un modo Chillys Willys de emplear este medio de comunicación. El medio eléctrico. Desde lo subalterno, desde los márgenes. Desde el afuera contracultural posible. Sobre el valle Central de Oaxaca y su sociocultura, teniendo como centro de interés la comunidad de Santo Tomás Jalieza. Ciencia(s) de la comunicación. Gastronomía histórica. Información. Entretenimiento. Ficción.

Wednesday, September 07, 2005

Texto de la Revista StoneWatch

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LA HUELLA DE PIE

Se trata de una placa de toba volcánica a la orilla de un camino no asfaltado. Este fue hecho hace cerca de 4 años, con fines agrícolas, para facilitar el acceso a dos reservas de agua nuevas, que se encuentran arriba del mismo.

Lámina 1. La huella de pie

¿De qué época es la huella de pie?

La condición para realizar este tipo de huella es que el material permita ser “impreso” o marcado. La consistencia no puede ser muy blanda o fluida porque se cerraría la huella, tiene que ser un poco sólida. Como base se toman los datos geológicos de esta región determinados en la publicación del “Consejo de Recursos Minerales*“: Monografía Geológico-Minera del Estado de Oaxaca, Secretaría de Comercio y Fomento Industrial - Coordinación General de Minería, Publicación M-17e; 1996:

*Esta sociedad fechó, desde un aspecto geológico y mineralógico, esta región en los años 70’s y 80’s. Tras preguntar en algunas universidades se nos informó que no había objeciones en contra de lo serio de este trabajo de fechado.

Si partimos de que la institución mencionada dató la toba entre los años 23,000 y 28,000 a. C., nos encontramos entonces en el pleistoceno / diluvial o también en la era glaciar. Ya que en la historia de la tierra, esta época es desde aproximadamente 1.8 millones de años hasta cerca de 10,000 a. C. La posibilidad de existencia del primer humanoide en esta región se puede considerar entre
los años 20,000 y 26,000.

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Las investigaciones dieron como resultado que, al pie de una peña (1,700 m SNM, C. Ticolutle, C. Piedra de Gavilán) se encuentra un trozo de piedra toba aislado con una posible segunda huella de pie, que eventualmente se deslizó. Es muy difícil reconocer su pertenencia a una capa determinada en la ladera, ya que en toda la superficie de toba se encuentran más o menos grandes fragmentos de piedra.

Es poco probable encontrar una continuación de esta huella ya que, como se dijo, la roca fue transportada como material de construcción. La toba dacitico-andesítica está muy corroída, lo cual significa que los feldespatos están oscuros
y probablemente también carbonatizados. Los granulados de cuarzo están relativamente intactos.

La pequeña selección (la prueba tomada de la piedra original fue conscientemente muy pequeña) y la falta de estratos o capas, permiten concluir que no se puede tratar de residuos de una nube de cenizas, sino más bien de sedimentos de fluidos primarios nubes de corriente de magma o secundarios corriente de escombros.

¿Porqué se encuentra esta piedra con la huella de pie todavía allí y no fue utilizada como todas las otras placas de toba volcánica?

Los habitantes del pequeño lugar y / o las primeras personas que vieron la piedra de toba volcánica con la huella de pie, no la vieron como material de construcción sino como un detalle, una impresión. ¿Quién pudo haber dejado una marca así? ¿Un espíritu bueno? Pero quién vió sus huellas, sólo pudo tratarse del diablo. El nombre un “pie del diablo” se acuñó inmediatamente. Más cuando paso esto, desde hace cuanto se le dió este nombre, no ha sido trasmitido. Los ancianos lo saben de sus ancestros, los jóvenes de ahora lo olvidarán.

Lámina 2. ¡La huella de pie, una comprobación!

El esqueleto del pie, en sí, constituye tres arcos, en una posición normal de los huesos. Dos de ellos tienen el calcáneo como puntal en común, la otra punta de estos dos arcos está formada por la lª y 5ª cabeza de los huesos del pie medio (metatarso I y V). Las cabezas de los huesos II al IV del pie medio forman el tercer arco entre las cabezas de los metatarsianos I y V. Así se origina una “construcción de arco triangular”, cuya esquina forma a la vez el armazón de apoyo del esqueleto del pie.

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Lámina 3.

Esta “construcción de arco triangular” es la condición física de partida de que se trata de una huella de pie.

Lámina 4 + 5.

La extensión de la construcción de arco triangula en la toba se aprecia aquí claramente. Así, se parte de que el material de origen, la toba volcánica, estuvo alguna vez tan blanda que se pudo realizar una huella de pie. Una masa blanda se comporta de tal manera, que cuando un cuerpo extraño entra en ella y produce una marca, parte de su propia masa se expulsa. La “expulsión” de la propia masa es resultado de la ley física de resistencia mínima. Si uno golpea, por ejemplo, con la mano extendida sobre una superficie de agua, el agua despedida sale en todas las direcciones. Si uno golpea con el hueco de la mano sobre el agua, el impacto
es mayor, ya que el agua que se escapa, se presiona primero hacia arriba en la superficie de la mano y luego hacia abajo, sólo después sale en todas las direcciones.

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La física afirma que la masa desalojada es proporcional a la masa del cuerpo que se expresa.

El pie tiene un arco cuya apertura mayor se encuentra en la parte interna del pie y en la parte externa está cerrado. Esta es la forma de un triángulo con una apertura hacia afuera y la punta hacia el interior. Si el pie se mueve de arriba hacia abajo sobre una masa blanda, ésta se moverá en una forma triangular opuesta al lugar de la pisada. Este triángulo es claro de reconocer (Lámina 4 + 5).

La huella de pie proviene de un hombre adulto, con una talla de calzado aprox. del 22 (34 en Europa) y tiene una profundidad en algunas partes de hasta 6.5 cm. No puede tratarse de un niño ya que la forma del pie se modifica según las diferentes edades. En la edad infantil, el pie es por lo general plano. Esto tiene que ver en parte con la flexibilidad del todavía esqueleto cartilaginoso y en parte con la capa de grasa en la planta. El arco se desarrolla más tarde y se marca más o menos a los 18 años.

Lámina 6.

Aquí se reconoce claramente que la huella del pie (pie izquierdo) se encuentra en una distancia real con la del derecho, que se aprecia en la orilla de la foto. La persona que se desplazó hacia adelante, ocasionó un punto frágil o quebradizo en la capa de toba con la presión del pie derecho. Al secarse y quebrarse después se demostró este como punto débil, quedando la piedra con el pie izquierdo aislada de la del derecho que rodó.

Tras recoger información con ortopedistas, algunas secciones forenses, así como material de estudio del FBI ( Federal Bureau of Investigation) con respecto a huellas de pie en lugares del crimen, no se trata de un capricho de la naturaleza sino que es 100 % seguro una pisada.

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Resumen:

Partiendo de que se trata de una pisada (todas las condiciones físicas lo demuestran), el ser que dejo su huella en ese lugar lo hizo entre el año 20,000 y el 26,000 a. C.

Los hallazgos aparentes sobre un ser humano en esta región son las Tajadores que se encuentran en los museos de Oaxaca y la Ciudad de México.

Lámina 7. Tajador. Silex rosa, Sitio del descubrimiento: Santo Tomás Jalieza

Existen otros indicios que muestran que la zona de América central se encuentra ahora en una fase en la que antigüedad recupera a la actualidad.

En la prensa mundial se puede leer casi a diario que, los descubrimientos de esta región son anteriores a lo que se les había considerado. No se trata solamente del hecho de que la manera de fechar anteriormente no era tan exacta y ahora se intenta optimizarlas con los progresos técnicos, sino de que se puede partir de que el ser humano estuvo presente antes de lo hasta ahora supuesto.

Lámina 8. Otros raspadores encontrados en la región de Tehuacan/Puebla, que se pueden ver en el museo local, se han considerado de hasta el 24,000 a. C.
arqueologia mexicana Vol.IX Núm. 52
es una publicacion bimestral que edita y publicada por Editorial Raices / Instituto Nacional de Antropologia e Historia (INAH).

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Lámina 9.

La piedra de toba que aquí se tiene, con una huella de pie que se reconoce a la vista, es real. Otras tobas similares se encuentran en los alrededores y se pueden clasificar con características semejantes. El hecho de que no se encuentre el empalme directo, ha sido explicado en este artículo.

Los analistas de petrografía: Ing. Luis E. Sánchez Rojas, Pas. José Ney Aranda Osario, Pas. Javier Zárate López e Ing. María Guadalupe Castro Rodríguez, colaboradores de la sociedad mexicana “Consejo de recursos minerales” hicieron la siguiente clasificación a la toba:

Era: cenozoico; período: terciario; época: neógeno – paleógeno, mioceno.

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Lámina 10.

Las pruebas de la toba dieron como resultado que la capa delgada enrareciera la sección Las pequeños piedras encontradas no son contundentes. La razón es lo marcado de la impresión secundaria, que puede ser resultado de la separación de los poros entre las partículas (aguas friáticas, etc.) o de la separación hidrotérmica provocada por la ascensión de los fragmentos del magma.

La toba es ceniza endurecida, con un granulado medio de 2 mm, cuando es mayor es piedra lapilli o puzolana y normalmente tiene una porosidad y permeabilidad mayores
.
Cuando minerales secundarios se separan de sustancias frías o calientes en circulación, los sedimentos se cierran y se compactan como en este caso.

Los componentes primarios, en su mayoría vidrios (basalto, fragmentos vítreos etc.) y cristales que se encuentran en la cámara de magma fundido en las profundidades (fenocristales), se modifican con el tiempo, especialmente rápido cuando las sustancias se calientan.

Se pueden reconocer marcas de fenocristales, probablemente plagioclasa. Por lo demás la roca presenta una silicificación.

Desgraciadamente no es posible reconstruir la constitución primaria ni los mecanismos de origen.

Prof. Dr. Hans-Ulrich Schmincke, GEOMAR-Forschungszentrum, Kiel (GEOMAR Centro de investigación del Mar).

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Lámina 11

Recorte de la carta geólogo-minera Zaachila E14-12 Oaxaca
Consejo de Recursos Minerales

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Lámina 12

El lugar de hallazgo del pie en la piedra de toba se encuentra en las cercanías de la población de Santo Tomás Jalieza. El área en rosa es toba no sólida.

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