Un texto de-generado. Quiere tratar de todo. Absolutamente de todo. Cosa insual. Un experimento. Un modo Chillys Willys de emplear este medio de comunicación. El medio eléctrico. Desde lo subalterno, desde los márgenes. Desde el afuera contracultural posible. Sobre el valle Central de Oaxaca y su sociocultura, teniendo como centro de interés la comunidad de Santo Tomás Jalieza. Ciencia(s) de la comunicación. Gastronomía histórica. Información. Entretenimiento. Ficción.

Wednesday, January 10, 2007

¿Dónde andará Rey-Oh-Beyve?


Rey-Oh-Beyve.

Ente único. Raro como pocos. Trascendente.

Todo un personaje fuera de serie. Que tuvimos oportunidad de encontrar en el centro histórico de Oaxaca al final del siglo pasado.

Por primera vez, como tenía que ser, lo escuchamos al desayunar en el comedor La Abuelita del Mercado 20 de Noviembre. Donde, tempranito por la mañana, sonaba potente su voz y el rasguear de la guitarra: "Café caliente, café caliente, solicité a la mesera... o tecito que me sirva por favor..."

Extraña canción, lineal y directa. Descripción de lo que ante él ocurría. Lo mismo su acompañamiento en la guitarra. Era como escuchar la Cueva de Altamira, una de las voces posibles de la gran diosa gorda de los orígenes profundos de toda la gente. Más eso como de zombie de Elvis Presley que supo aportar con vehemencia.

(Por fortuna: hay grabaciones.)

Rey-Oh-Beyve, un personaje de Oaxaca. Un cometa. Cruzó fugaz por allí, el centro histórico de la ciudad. Y dejó una marca que aquí retumba... El final del pop y el comienzo de lo que ya no tiene nombre fijo porque es del mundo entero. Como Oaxaca. Las canciones de este personaje y su forma específica de interpretarlas como cantor de la calle. Justo cuando el turismo global comenzó a reconocer la diferencia de Oaxaca como puente entre un México profundo e inalcanzable para cualquiera y un México con cafés internet en cada barrio del gran esquema turístico y urbano del país. Más lo propio del ingenio de quien produjo al Rey, ese sujeto aún más enigmático y oscuro que se llama Reynaldo Bernardo Jiménez.

Un personaje callejero en una ciudad con grandes personajes callejeros de todo tipo. Pero entonces también un personaje de la aldea global en una ciudad lenta en reconocer el lugar que ocupa dentro de esta inmensa aldea.

Contra un destino de sobreexplotación laboral despiada, sin posibilidad de reproducción real de la fuerza de trabajo, Rey-Oh-Beyve decidió jugarse la suerte del juglar callejero. Se dictó un nuevo destino de poeta popular, concentrado en la construcción de la fama y la gloria de Reynaldo Bernardo Jiménez, el personaje detrás del personaje. Fuerza de voluntad y voluntad de poder, en el ultra-barroco demencial del centro histórico de Oaxaca. Turismo y cultura, distracción y desprecio, sociedad y ocio, amistad e interés. Más las debidas contradicciones que la realidad impone sobre todo ello.

Para andar así todos los días, dando la vuelta de las canciones y las monedas, la vuelta de ganarse el pan y su ínfima plusvalía callejera. Dando la vuelta del Mercado a la Plaza Mayor y sus alrededores, especialmente por la Macedonio Alcalá, aunque allí siempre está o estaba la competencia de los dos músicos invidentes que por esa calle se ponen a cantar, invencibles. A modo de luego poder andar por mil y un lados haciendo nuevos proyectos y produciendo nuevos objetos miseria sobre él, Reynaldo Bernardo Jiménez...

"El autor, aquí presente..."

El cantante del mercado, el cantante de la calle. Un limosnero sublime, en lo más inmediato. Y un poeta prisionero de una provincia sin fronteras, en lo más esencial. Con todos los destellos, engaños e ilusiones del oropel del espectáculo de la canción insulsa para el mercado de masos. Más su sal y pimienta de ocurrir donde y como ocurrió. La historia del Rey-Oh-Beyve, un personaje callejero.

Hasta donde alcanzamos a ver, su fama y reconocimiento trascendieron el encierro en la provincia "piramidal, nefasta" de ese centro histórico de Oaxaca. Muchas veces vimos gente muy interesada por llevar a su país las grabaciones que Rey supo producir y vender en la hora debida, para su bien y para su mal. Que así es la vida. Primero en casets de cinta que él grababa en la calle misma con una ridícula grabaorita, luego en los cd que supo producir y en mil y un formas de videograbación, ya que hasta hay un disco de Conaculta donde aparece él cantando sus canciones más exitosas.

Canciones naif, aunque suene muy culto. Canciones ingenuas, aunque llenas de malicia y jiribilla. Canciones literalmente rupestres y cavernarias. Aunque ello no impidió que Rey-Oh-Beyve hiciera experimentos muy posmodernos con la grabación de música popular en su famoso Vol. 5, el de la portada con él en un auto y platillos voladores en el cielo. Arte pop en rebeldía, fuera de tiempo y de lugar. Pero igual de lejos de la Guelaguetza y de la Danza de la Pluma. De ahí, nuestro interés por él y su forma de actuar.

Por allì hubo quien vio en todo lo de Rey-Oh-Beyve una performance radical. Muy por encima de todas las poses narcisistas de los urbanos y chilangos, con un dolor y una fuerza expresivas dignas de Marina Abramovic, y con una personalidad tan propia y latina como la de Ana Mendieta. Sin duda, Marcos Kurticz lo hubiera considerado un alter-ego mejor asoleado y con conocimientos de zapoteco en vez de polaco.

Nunca pudimos entrevistarlo de verdad. Quizá porque su verdad era no ser de verdad nada. Un zombie de Elvis Presley. Pues cada intento de entrevistarle para conocer su historia fue un rotundo fracaso. Rey-Oh-Beyve no tenía el principio de la realidad, sólo placer y muerte, sólo placer y muerte; ya que vivía en un raro delirio sobre la fama y el ser compositor y cantante que nunca le dejó contarnos su vida como era. Decía haber viajado a todos los países del mundo, sin excepción. Afirmaba haber actuado en teatros y sitios increíbles, como la Scala de Milán. Sólo decía lo que le gustaba imaginar, sin control alguno, seguro de que bastaba con decirlo para que fuera verdad.

Sin embargo, según logramos deducir, una vez alguien llegó a Oaxaca un día y se lo llevó en avión a Los Angeles, California, para presentarlo en algún evento de cultura popular oaxaqueña o algo así, y luego, en la noche de ese mismo día, lo subió a otro avión y lo llevó de regreso a Oaxaca. Pero eso hizo que hubiera gente en Los Angeles y California interesada en comprender y conservar la obra rara pero auténtica de este cantautor mexicano.

Nacido, según parece, en 1948, Rey-Oh-Beyve decía ser originario de un pueblecito de la sierra de Juárez, de allí salió siendo muy joven, en busca de mejor suerte. Fue a dar hasta la ciudad de México, parece que nunca se fue de mojado a los EUA. Trabajó de muchas cosas, hasta de minero, decía. Pero más que nada de cobrador callejero. Luego se cansó de eso. Se cansó de tener jefes y tener que trabajar por tiempo fijo. Nadie sabe cómo se hizo de una guitarra y empezó a cantar y componer canciones. Primero, en los mercados de los pueblos del valle central de Oaxaca; luego en el centro histórico y el Mercado 20 de Noviembre. Siempre cantaba sus propias canciones, porque seguramente no podía tocar otra cosa en la guitarra.

Raras canciones las suyas. Mezcla de pedacitos de todo que daban por resultado un grado cero del folk rock inquietante, enigmático. Letras sencillas y muy breves, directas; meras descripciones de breves hechos de la vida diaria de un cantante callejero como él, sin mucha complicación verbal ni graves metáforas. Pero convincente, cerca de lo auténtico tal cual.

Pronto se dio cuenta del nuevo mundo que estaba llegando como turista a Oaxaca. Gente con su culturita y con voluntad de comprar recuerdos de lo que fuera.

Él fue de los primeros músicos callejeros de Oaxaca en grabar su música para venderla así al turismo. Rápido se hizo de más productos para vender, manteles burdamente bordados, servilletas, calendarios, incluida su autobiografía con dibujos "como de retardado mental", dijo una psicóloga que los vio. Pero quien lo tratara en persona no podría jurar eso, se veía muy despierto y brillante.

En algún momento entró en contacto con un productor de discos con un regular estudio de grabación en la ciudad de Oaxaca. Así llegó al Vol. 5, donde le acompañan otros músicos y les da un efecto nuevo a sus canciones. Es algo así como su Sargento Pimienta.

Vinieron los planes de grabar algo más serio. En la ciudad de México. Le ayudamos todo lo que se pudo. Nunca se hizo nada. Sólo planes. Pero eso nos dio la oportunidad de conversar mucho con él, aunque nunca logramos entrar a la realidad de su persona.

Por otro lado era difícil saber algo cierto sobre él. La gente del 20 de Noviembre decía que tenía una esposa dedicada al sexoservicio y que sus hijos andaban en la calle, pidiendo limosna como él. Nada más. Generalmente lo decían con envidia y enojo por el éxito de Rey.

De ahí en adelante las cosas se le complicaron. Rey-Oh-Beyve comenzó a tener problemas por su éxito económico y de público. Asaltos, robos, heridas. Comenzó a beber mucho.

Un día ya estaba convertido, nos dijo un mesero del Café del Jardín, en un teporocho de la Central de Abastos. Parecía perdido para siempre. Sin embargo, todavía se recuperó de eso y regresó a cantar al Mercado. Pero siguieron los problemas y siguió bebiendo.

Llevamos un año sin poder visitar Oaxaca. No tenemos para cuándo regresar allá.

Ahora quién sabe por dónde andará Rey-Oh-Beyve, seguro que el desastre del 2006 lo debe haber dejado fuera de la jugada por completo.

¿Alguien sabe algo más sobre él? ¿Quién sabe dónde anda Rey-Oh-Beyve?

3 Comments:

Blogger Unknown said...

Thanks so much. I have been to Oaxaca numerous times and always love to see this guy. He is truly a unique character. It is good to know he is still around.

6:59 PM

 
Blogger Chorcha Chillys Willys said...

As we know, nobody knows where's him nowadays.

Many people in Oaxaca city says he got lost in a crossroad of wine road to Graceland, Heaven.

We hope he is now playin' with Elvis in Buenos Aires, Argentina. They call themselves: 2 Fatso Kings.

11:14 AM

 
Blogger Rigo said...

Rey oh Beyve sigue en la marcha surrealista de su música. Le acabo de grabar 11 canciones en Octubre.

Lo que si es verdad es que esta muy mal de salud. se le ve muy acabado.

Sin embargo llegue a conocer varias canciones nuevas, algunas bastante enigmaticas como: Árbol, en la que elogia a Hernán Cortes.

Yo creo que Rey manifiesta una idiosincracia, un estilo único.

/
Rey Oh Beyve continues following the surreal path of his music. I recorded 11 songs by him in October.

But the truth is that he is in bad shape. He looks very worn out.

Nevertheless I got to hear several new songs, some of them very enigmatic, for example: Árbol, which is a homage to Hernán Cortes.

To me, Rey manifests is very idiosyncratic, with a unique style.

8:09 AM

 

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