Un texto de-generado. Quiere tratar de todo. Absolutamente de todo. Cosa insual. Un experimento. Un modo Chillys Willys de emplear este medio de comunicación. El medio eléctrico. Desde lo subalterno, desde los márgenes. Desde el afuera contracultural posible. Sobre el valle Central de Oaxaca y su sociocultura, teniendo como centro de interés la comunidad de Santo Tomás Jalieza. Ciencia(s) de la comunicación. Gastronomía histórica. Información. Entretenimiento. Ficción.

Tuesday, November 29, 2005

ROSA SIMBÓLICA

La imagen fotográfica que aquí arriba mostramos. Constituye un segmento dentro de un relato iconográfico amplio y complejo, muy rebuscado y dinámico. Dado que esta imagen de yeso esculpido y pintado sólo constituye una parte de la trama narrativa del conjunto iconográfico del templo de Santo Domingo en la ciudad de Oaxaca. Un segmento de un discurso oscuro, cargado de teología barroca. Un texto para la mirada.

Esta imagen se encuentra en un lugar “crucial” para la interpretación crítica del discurso canónico que originó justo esa trama o relato de imágenes para la vista y el pensar que provoca. Pues se encuentra en el coro del templo del ex-convento de Santo Domingo de Guzmán, justo sobre el muro de la puerta de ingreso desde el convento. Muro que se encuentra al norte del coro, que es el punto cardinal en el cielo hacia donde brilla, fija, la estrella polar, la estrella de María. Es un recuadro que está encima de la puerta de ingreso al coro, lugar arquitectónico donde se realizaba en forma intensa y plena el sentido sagrado de la vida monástica, pues en el coro se publica su carácter privado, secreto, oculto... Su relación con el dios del templo. De modo manifiesto. Sin traicionar el misterio, sino, más bien, revelándolo como tal, mostrándolo en hechos… en lo público… con sus oraciones y sus cantos… y su místico silencio. Con el trabajo de coro de los monjes del convento.

Allí es donde podemos ver una representación de lo que se conoce como La Lactación de Santo Domingo. Oscura teología mística, dialéctica de la luz.

Un acontecimiento visual en verdad raro. Lleno de simbolismo erótico, psicoanalítico, surrealista. Vía mística. Algo bueno para situar el significado de este Informe. Nuestra reflexión sobre Oaxaca, México y el mundo entero. Nuestra reflexión. Este Informe. Sin centro ni fondo, en deriva permanente, superficial, muy superficial, para así tratar de ir a lo esencial, cuando todo es superficial. De acuerdo a este medio electrónico. Pero con nuestro estilo voluntariamente ultra-barroco. Haciendo de la superficie fondo.

Así es como vemos en la imagen de origen fotográfico que encabeza este segmento el momento donde la Virgen María, llena de pudor y respeto, sin siquiera dirigir la mirada hacia Santo Domingo, toma con su mano derecha la cabeza tonsurada del santo varón, adulto, como de unos treinta y tantos años y fundador de la orden de los padres mendicantes dominicos. Él se encuentra solemnemente puesto de rodillas a la derecha de ella, desnudo hasta la cintura. María se encuentra sentada en su trono de Reina del Cielo, pues porta la Corona. Y con la mano izquierda ella descubre su pecho derecho y dirige los dedos índice y pulgar hacia el erecto pezón, cuyo chorro de leche será conducido de ese modo hasta la boca del santo varón, el chorro de su divina leche, la misma que alimentó la carne humana de su hijo divino, Jesús, el Cristo o Ungido, el Mesías.

Tal es el simbólico y sensual premio que ella le otorga, ya en el cielo, por encima de nuestras cabezas, a Domingo. Por el amor devoto que en vida él sintió por ella, por ese gran amor lo deja tener este goce supremo, dulce goce oral. Un chorro de su leche. Raro disturbio para el complejo de Edipo, lo mismo que para el orden del parentesco judeocristiano. Y muchas cosas más. Sagrado disturbio. Pura perversión. Entre gente del cielo, entre gente santa. Un descanso divino para quien también simboliza ser un perro con la antorcha en el hocico. Teología corporal. Recibir la leche de María en la boca. Así, delante de todo mundo, en el coro, a la vista de los monjes. El premio que el santo monje mendicante recibe por flagelarse y sacrificarse, por hacer que el mundo de los mortales sea para el hijo divino de ella.

Es una escultura en yeso, un recuadro donde lo bidimensional y lo tridimensional se unen dentro de la esculto-pintura de esta arquitectura barroca oaxaqueña. Libro mudo, segmento de un relato que comienza con el sueño del árbol genealógico del padre de Domingo, y que concluye con la Parusía, la hora en que el Cristo cumple su promesa mesiánica, en el fin de los tiempos, con muchos saltos hacia el pasado bíblico y la historia de la orden de los monjes dominicos en Oaxaca y el mundo, en la historia de la salvación.

Pero esta imagen de que hablamos es tan importante en el relato total que constituye más que una secuencia completa, un punto de apoyo crucial para la trama del relato entero.

Una imagen de amor al fin y al cabo sensual entre María y Domingo de Guzmán, raro amor corporal entre varón y mujer. Amor gastronómico donde dos ángeles actúan como testigos y apoyo para el acto anormal que realizan María y el santo varón, pues uno de estos ángeles le infunde fuerza a Domingo tocándole con la mano la espalda, justo allí donde Domingo acaba de disciplinarse, pues tiene la disciplina en la mano derecha; mientras el otro ángel debe estar ayudándole a sostener su brazo izquierdo alrededor de las caderas de la Virgen, que permanece seriamente sentada, indiferente a lo que todo mundo debe estar sintiendo en el cuerpo. Para que todo ocurra sin lujuria y sin ridículo, sin turbiedad, en forma de veras solemne, por la gravedad del acto. Que él, un varón adulto, reciba en la boca un chorrito de la leche de ella, madre virginal de Dios hecho hombre. Un acto simbólico con muchos significados posibles. Nudo de poder entre el humano y los ángeles, la mujer y el varón, los mortales y lo eterno, lo sensual y lo intelectual, para que él pueda tocar en forma trascendente el cuerpo de María. Y de esa manera hallarse en el lugar de Jesús y tener un goce sensual que tal vez nadie más tuvo, al recibir en su cuerpo la leche vital de ella.

En realidad vemos la unión simbólica de dos instantes diferentes. Uno, donde vemos a Domingo flagelándose por su amor a María y su hijo Jesucristo, cosa que ocurre seguramente estando él a solas en su celda conventual; y otro, ya en el cielo, después del fin de los tiempos, cuando María lo premia por el acto anterior. Tiempo dentro y fuera del tiempo, tiempo según lo eterno. Mística teología, oscuro deseo. Gastronomía celeste.

Porque es una imagen escultórica que habla sobre lo sagrado de la alimentación y sobre la alimentación de lo sagrado, raros giros retóricos y prácticos, elementos determinantes en prácticamente todas las figuras de religión que se conocen, la comida y lo sagradao, una relación en verdad sobre-determinante dentro del dogma de la liturgia y la teología de los cristianos católicos de carácter hispano del siglo XVIII, que es cuando este relato de Santo Domingo de Oaxaca fue tramado por vez primera. Pero también es un discurso visual sobre los cuerpos impulsados por la libido, los cuerpos que entran en contacto por mero deseo, en forma de veras simbólica, sin más fin que producir sentido, discurso, comunicaciones, la energía que hace posible la reproducción material concreta de los seres humanos. Un discurso fetichista, ideológico, donde todo se combina para reflexionar sobre lo más importante, lo esencial de lo más esencial. Lo sagrado. Incluso más allá del Dios monoteísta y de su teología monótona. Estar en la tierra con mayor sentido humano cada vez, una cuestión que hoy desemboca, es cierto, en el ateismo y el nihilismo, pero también, ya entonces, con la libertad y los derechos humanos de la persona, sin dejar ni un solo día de tener que alimentarse para existir. Un humanismo trascendental. Gastronomía.

Comer y dar de comer. Una necesidad primordial y un goce metafísico. Realidad transfigurada. La comida. Nuestra vida. Tener que comer y hacerlo como seres humanos, con ciencia y arte, entre lo sagrado y lo profano. El significado humano de tener que comer y dar de comer, un elemento crucial dentro de la existencia real, pues de algún modo todo se sostiene con la comida. Lo mismo que todo se derrumba sin la comida.

Y por ahí es por donde queremos conducir en definitiva este Informe. Nuestro discurso. Esta superficie electrónica. Por la senda ultra-barroca de los alimentos, la vía gastronómica, primero que nada. Desde allí, desde la cosa de la comida, queremos leer las piedras antiguas y la cultura entera de Santo Tomás Jalieza. Para de allí pensar en Oaxaca, México y el mundo. Desde la gran cuestión de la comida, que es al mismo tiempo lo más cotidiano y lo más trascendental. Pues por la comida evolucionamos como especie humana en concreto y sobrevivimos cada día de nuestra vida. Cosa que nos lleva a estudiar desde las ciencias de la comunicación toda la historia y la sociocultura, pues todo tiene que ver con la comida, ya sea de modo directo o indirecto, todo cruza por la cuestión de la comida. Lo mismo lo más sagrado que lo más profano.

Porque la comida se encuentra en el punto intermedio entre el cielo y el infierno, igual que entre lo espiritual y lo material, lo natural y lo social, y así sucesivamente. Es lo que nos pone entre el ser y el no-ser, la vibración dialéctica de la vida en un cuerpo y con una mente. La comida está justo en medio de todo. Hablemos de ello.

Pensando en todo ello como algo de carácter sagrado más que nada, trascendental. Ultra-barroco. Un proceso de comunicación donde se unen seres mitológicos como los de la imagen que encabeza este segmento de Informe -- querubines a los pies de ella y sobre su cabeza, los dos ángeles que ayudan al monje, santo Domingo y la Virgen María – con seres reales y concretos, como quienes aquí ahora reflexionamos sobre la historia de la cocina mexicana, un medio común para pensar mejor lo que aquí se desea comunicar, la clave del Informe. Una cuestión decisiva: ¿cómo debemos administra hoy día la existencia humana? Desde nuestra situación y condición, desde este medio y nuestra forma de usarlo. Como una cuestión sagrada… erótica y sensual… argumentada y lógica… sobre el goce del bien, como plantea la teología misma de las órdenes mendicantes católicas.

Algo que aquí, en este blogspot, se trata de querer pensar sobre lo que significa comer y pensar, pensar la historia y la sociocultura de las comidas, y comer para existir de verdad como seres pensantes, y todo desde México, porque aquí estamos, es cierto, y porque creemos que nuestra alimentación ultra-barroca plantea otras posibilidades de estar en medio de la globalización, posibilidades menos egoístas e injustas que las posibilidades meramente ilustradas del capitalismo protestante.

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